Why You Should Avoid Freeze-Dried Food in a 72-Hour Survival Kit

Por qué deberías evitar los alimentos liofilizados en un kit de supervivencia de 72 horas

Por qué deberías evitar la comida liofilizada en tu kit de emergencia de 72 horas

Cuando se construye un kit de emergencia de 72 horas, muchas personas instintivamente eligen comidas liofilizadas. Ligeras, de larga duración, fáciles de almacenar... ¿qué podría salir mal? Bastantes cosas, en realidad. Aunque la comida liofilizada puede ser útil en algunos escenarios, está lejos de ser ideal para situaciones de supervivencia a corto plazo, especialmente durante las primeras 72 horas de una crisis.

Aquí están las razones por las que deberías pensártelo dos veces antes de incluir alimentos liofilizados en tu kit de emergencia, y qué alternativas son más inteligentes.


1. La comida liofilizada necesita agua hirviendo

Una de las mayores desventajas de la comida liofilizada es que requiere agua caliente para ser comestible. En una situación de supervivencia, especialmente en un entorno urbano, el acceso a agua limpia y la capacidad de hervirla no están garantizados. Puede que no haya electricidad, el gas podría estar cortado y el tiempo sería limitado.

Hervir agua también consume combustible, un recurso precioso durante una crisis. Cada comida se convierte en un desafío logístico: ¿Dónde hervir el agua? ¿Cuánto tiempo esperar? ¿Y si tienes que moverte?

En cambio, los alimentos listos para comer no requieren preparación. Abres, comes y sigues adelante.


2. Riesgo de deshidratación en situaciones de alto estrés

Las comidas liofilizadas absorben mucha agua, no solo durante la rehidratación, sino también dentro de tu cuerpo. En una crisis, mantenerse hidratado es esencial para pensar con claridad y rendir físicamente. Los alimentos que extraen agua de tu organismo pueden provocarte fatiga, letargo y empeorar la deshidratación.

En resumen: la comida liofilizada es intensiva en agua. Y el agua puede ser un recurso escaso.


3. No está pensada para emergencias urbanas o de ritmo rápido

La comida liofilizada suele estar diseñada para expediciones al aire libre o almacenamiento a largo plazo. Pero las primeras 72 horas de una crisis, especialmente en una ciudad, son rápidas, caóticas e impredecibles. Necesitas alimentos que sean:

  • Listos para llevar
  • Estables sin necesidad de preparación
  • Seguros para comer en frío
  • Fáciles de compartir o racionar

La comida liofilizada implica detenerse, desempacar, hervir, esperar… lujos que podrías no tener. La comida de emergencia debe mantenerte en movimiento, alerta y eficiente.


4. Fatiga del sabor y estrés digestivo

Seamos honestos: la mayoría de las comidas liofilizadas no son delicias gourmet. Durante un evento de alto estrés, tu cuerpo ya está sometido a tensión. Consumir alimentos altamente procesados, bajos en fibra y ricos en sal puede causar molestias digestivas, hinchazón o incluso náuseas, especialmente si no estás acostumbrado.

En comparación, los alimentos compactos y variados listos para comer (nueces, barritas energéticas, pescado enlatado, galletas saladas, chocolate negro) son más ligeros para el estómago y, a menudo, más agradables.


5. Mala opción para niños y personas vulnerables

Si tu kit de emergencia está pensado para niños, personas mayores o personas con condiciones de salud específicas, la comida liofilizada puede ser un problema. No todos pueden masticarla o digerirla fácilmente. Y en una situación de estrés, tener que preparar comidas para toda la familia puede ser una carga innecesaria.

Es mejor llevar alimentos que todos puedan comer inmediatamente, incluso en la oscuridad, incluso mientras caminan, incluso bajo tensión.


¿Qué empacar en lugar de comidas liofilizadas?

Los mejores kits de supervivencia de 72 horas incluyen alimentos listos para comer y sin preparación que proporcionan calorías, energía y apoyo moral. Ejemplos:

  • Arroz cocido y lentejas envasados al vacío
  • Barritas energéticas o proteicas de alto contenido calórico
  • Pescado o carne enlatada con abre-fácil (atún, sardinas, pollo)
  • Mezclas de frutos secos y frutas deshidratadas
  • Galletas saladas o "hardtack"
  • Mantequilla de cacahuete en monodosis
  • Chocolate negro para energía rápida y ánimo

Todos estos productos son estables, no requieren calefacción y se pueden consumir en movimiento. Combinados con una reserva sólida de agua (y un sistema de purificación si es necesario), te darán lo que necesitas para mantenerte fuerte.


Conclusión: La conveniencia supera la complejidad

Cuando las primeras 72 horas son críticas, la simplicidad es supervivencia. La comida liofilizada puede parecer eficiente en teoría, pero en la práctica complica tu respuesta, consume recursos y genera riesgos innecesarios.

Construye tu kit de supervivencia con alimentos que funcionen en emergencias reales, no solo en papel. Elige una nutrición que sea rápida, fiable y disponible cuando la necesites.


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