
“La preparación es parte de nuestra mentalidad”: Crecer en Suecia y vivir en Bélgica
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Entrevista con Andreas – Origen sueco-belga
Después de la entrevista con Sylvain, continuamos nuestra serie con personas que accedieron a compartir su experiencia.
Hablamos con Andreas, un nativo sueco que se mudó a Bélgica a los 14 años. (A su solicitud, su nombre ha sido cambiado). Su historia ofrece una mirada única sobre cómo la preparación está integrada en la vida cotidiana en Suecia y cómo las perspectivas cambian al vivir en otros lugares de Europa.
¿Puedes contarnos un poco sobre ti y tu conexión con Suecia?
Claro. Nací y crecí en Suecia, en un pequeño pueblo cerca de Gotemburgo. Mi madre es belga, y cuando tenía 14 años, nos mudamos a Bélgica para estar más cerca de su familia. He vivido en Bélgica desde entonces, pero Suecia siempre será una gran parte de lo que soy.
Crecí pasando mucho tiempo al aire libre, caminando, pescando, acampando, y mirando hacia atrás, ese estilo de vida me enseñó mucho sobre estar listo para situaciones inesperadas, incluso sin pensar en ello como "preparación".
¿Cómo dirías que la gente en Suecia ve la preparación para emergencias? ¿Es algo en lo que la mayoría de las familias piensa?
Diría que es muy natural. En Suecia, la gente no necesariamente habla de "preparación" todos los días, pero está ahí, es parte de la mentalidad. La autosuficiencia y la resiliencia son cualidades valoradas, no solo para la supervivencia, sino como parte de ser responsable.
La mayoría de los hogares tiene al menos suministros básicos de emergencia, como comida extra, velas, baterías y agua. No es dramático, es simplemente un hábito, como revisar que tus neumáticos de invierno estén listos antes de la primera nevada.
Especialmente desde que el gobierno lanzó campañas de concientización instando a la gente a poder gestionar al menos 1 o 2 días sin ayuda, la idea se ha vuelto aún más aceptada.
¿Qué tipo de emergencias suelen preparar las personas allí?
Principalmente el clima severo, como tormentas de nieve y cortes de energía durante el invierno. Suecia está muy bien organizada, pero en las áreas rurales, puede tardar un tiempo en llegar ayuda si algo grave sucede.
La gente también se prepara para interrupciones relacionadas con ciberataques o tensiones geopolíticas, especialmente recientemente. Suecia tiene una larga tradición de neutralidad y defensa civil, y ese espíritu está volviendo a las discusiones públicas.
¿Cómo se habla de la preparación en las escuelas, los medios de comunicación o en el trabajo?
Es muy visible. Las escuelas incluyen algo de educación básica sobre seguridad y conciencia de riesgos, especialmente en las zonas rurales. En los medios de comunicación, a veces verás reportajes sobre cómo mantenerse listo durante el invierno o qué tener en casa para emergencias.
En los lugares de trabajo, es un poco menos enfocado a menos que estén directamente relacionados con infraestructuras críticas o servicios gubernamentales. Sin embargo, durante eventos como grandes tormentas de nieve o inundaciones, las empresas suelen ser rápidas en dar pautas sobre trabajar desde casa y mantenerse a salvo.
No es constante, pero cuando surge la necesidad, la comunicación es clara y práctica.
¿Has notado algún cambio con el paso de los años en la forma en que la gente piensa sobre estar preparado?
Sí, especialmente recientemente. Hace unos años, el gobierno sueco envió un folleto a cada hogar llamado Si viene una crisis o guerra. Daba consejos muy prácticos sobre qué almacenar en casa y cómo actuar durante emergencias.
Esa publicación tuvo un gran impacto. Hizo que la preparación se sintiera normal, no extrema. La gente comenzó a revisar sus hogares, comprar un poco de comida extra, o algunos almacenaron aceite, etc. Eliminó el estigma y lo convirtió en una responsabilidad compartida nuevamente.
El cambio climático también ha jugado un papel. Con el clima más impredecible, incluso las personas en las ciudades están empezando a pensar de manera diferente sobre lo frágiles que pueden ser los sistemas cotidianos.
Desde que has vivido en el extranjero, ¿cómo compararías la actitud hacia la preparación entre Suecia y donde vives ahora?
Hay una diferencia notable. En Bélgica, al menos donde vivo, la actitud es más relajada. La gente confía en que las autoridades manejarán todo, y la preparación personal es menos común.
En Suecia, incluso si confías en el gobierno, existe esta idea de que no debes ser inútil. Se espera que tomes algo de iniciativa para ti mismo y tu familia.
Creo que Bélgica está empezando a moverse un poco en esa dirección, especialmente después de la pandemia y las discusiones sobre la energía, pero aún hay una brecha cultural cuando se trata de la preparación diaria.
¿Tienes un kit de emergencia o un plan en caso de que algo suceda?
Sí, lo tengo, pero no lo llamo "kit de emergencia", son solo artículos que sé que me serían útiles si es necesario. No es grande, pero mantengo lo esencial en casa: agua embotellada, comida que no necesita refrigeración, una linterna, baterías, un botiquín de primeros auxilios y algo de dinero en efectivo. También tengo una batería de respaldo para mi teléfono, aunque la usaba principalmente para mi consola de juegos y para los largos trayectos en transporte.
No ocupa mucho espacio y me da tranquilidad. Creo que si has vivido una o dos cortes de energía graves en invierno, te das cuenta de cuánto pueden hacer las pequeñas preparaciones.
¿Hubo algún momento o experiencia que te hizo darte cuenta de lo importante que es estar preparado?
Definitivamente la tormenta de invierno de mi niñez en Suecia. Hubo un gran corte de energía que duró varios días en nuestro pueblo. Sin teléfono, sin luces, sin acceso a tiendas. Honestamente no recuerdo cuánto duró porque aún era niño, pero me pareció muy largo.
Nuestra familia se las arregló porque mis padres estaban preparados. Teníamos leña, estufas de camping y suministros de comida. Esa experiencia se quedó conmigo.
Para alguien que está empezando a pensar en la preparación, ¿qué consejo simple le darías?
Comienza pequeño. No intentes prepararte para todo de una vez. Solo pregúntate: "¿Qué necesitaría para pasar unos días sin ayuda externa?" Luego, construye a partir de esa idea.
Una linterna. Unos litros de agua. Comida sencilla, una linterna, baterías, una radio y suministros básicos de primeros auxilios son un muy buen comienzo.
¿Hay algo más que te gustaría compartir con nuestros lectores sobre por qué la preparación es importante?
Diría que la preparación es una forma de respeto, tanto para ti mismo como para las personas que te rodean.
En una crisis, si estás preparado, no solo te ayudas a ti mismo, sino que liberas recursos para quienes más lo necesitan. Es un pequeño esfuerzo con un gran impacto.
Y una vez que la preparación se convierte en parte de tu vida, te das cuenta de que no es una carga en absoluto. Es solo otra forma de cuidar tu futuro.