“Preparedness is part of everyday life”: What 14 Years in Japan Taught Me About Emergency Planning

« La preparación es parte de la vida cotidiana»: lo que 14 años en Japón me enseñaron sobre la planificación de emergencias.

Entrevista con Sylvain – Belga de nacimiento, exresidente de Japón

En Directive72.eu, creemos que compartir experiencias reales de diferentes partes del mundo puede ayudarnos a entender cómo las personas abordan la preparación para emergencias en la vida cotidiana.

Tuvimos la oportunidad de hablar con Sylvain, quien creció en Bélgica y pasó 14 años viviendo en Japón. Sus perspectivas reflejan una mentalidad cultural donde estar preparado es simplemente parte de ser responsable, algo que Europa recién está empezando a abrazar.


¿Puedes contarnos un poco sobre ti y tu conexión con Japón?

Claro. Soy originario de Bélgica, donde pasé mi infancia y adolescencia. Me mudé a Japón a principios de mis veinte años para estudiar y terminé quedándome allí durante 14 años, primero en Tokio, luego en Sendai y Osaka por motivos laborales. Estuve principalmente involucrado en la traducción, la educación, pero también trabajé en recursos humanos, reclutando para occidentales dispuestos a trabajar en Japón.

Vivir en Japón no fue solo una experiencia profesional, cambió la forma en que veo la vida diaria, especialmente cuando se trata de riesgo y pensamiento a largo plazo. Japón es increíblemente seguro en muchos aspectos, pero también es un país donde la población ha aprendido a vivir con la amenaza constante de desastres naturales. Eso moldea tu mentalidad.


¿Cómo dirías que la gente en Japón ve la preparación para emergencias? ¿Es algo en lo que la mayoría de las familias piensa?

Absolutamente, es parte de la cultura. En Japón, estar preparado no se ve como paranoico ni excesivo. Es simplemente sentido común. Ya sea por terremotos, tifones o incluso actividad volcánica, todos saben que las emergencias no son una cuestión de si, sino de cuándo.

Incluso los niños saben qué hacer durante un terremoto. Hay simulacros regulares en las escuelas, señales de evacuación en las calles e instrucciones claras en casi todos los espacios públicos. Las familias suelen tener "mochilas de emergencia" cerca de la puerta, y muchas personas almacenan comida y agua en casa como una precaución normal. No es algo dramático. Es práctico.


¿Qué tipo de emergencias suelen preparar las personas allí?

Las más comunes son definitivamente los terremotos y los tifones, pero también hay una conciencia general sobre los tsunamis y las inundaciones, especialmente en áreas costeras o de bajo nivel.

Después del terremoto y tsunami de Tōhoku en 2011, que viví en persona mientras estaba en Sendai, el nivel de conciencia pública aumentó significativamente. El evento realmente consolidó la idea de que la preparación salva vidas, y el gobierno dio grandes pasos para mejorar la infraestructura, los sistemas de comunicación y la educación pública.

También se ve que muchas empresas privadas e incluso edificios de apartamentos tienen sus propios kits de suministros de emergencia, no es solo un asunto de los hogares.


¿Cómo se habla de la preparación en las escuelas, los medios de comunicación o en el trabajo?

Es muy visible. Las escuelas realizan simulacros de evacuación, a menudo varias veces al año. Los niños aprenden qué hacer desde una edad temprana, se convierte en algo natural. Los medios de comunicación también lo toman en serio: si se acerca un tifón, los canales de televisión pública muestran continuamente consejos de preparación, seguimiento de tormentas y protocolos de seguridad.

Los lugares de trabajo también participan en simulacros de seguridad, especialmente las grandes corporaciones. Muchas empresas incluso proporcionan suministros de emergencia para los empleados que podrían quedar atrapados durante un desastre, como agua embotellada, raciones de comida, baños portátiles o mantas de emergencia.

Lo interesante es que nada de esto parece alarmista. Se aborda con calma y realismo. Es simplemente parte de cómo funciona la sociedad, y eso es algo que realmente admiro.


¿Has notado algún cambio a lo largo de los años en cómo la gente piensa sobre estar preparado?

Sí, definitivamente. Como mencioné, el desastre de 2011 fue un punto de inflexión. Antes de eso, algunas personas estaban preparadas, otras no tanto. Pero después de ese año, hubo un cambio claro. Todos entendieron repentinamente cuán frágiles pueden ser las cosas, electricidad, agua, transporte, todo puede desaparecer en unos minutos.

También creo que el cambio climático ha jugado un papel. Los tifones se han vuelto más fuertes e impredecibles, por lo que la gente ahora se está preparando más seriamente que nunca. El gobierno también ha mejorado los sistemas de alerta y ha creado aplicaciones que envían advertencias directamente a tu teléfono. Ahora es más accesible, y la gente confía en ello.


Desde que has vivido en el extranjero, ¿cómo compararías la actitud hacia la preparación entre Japón y donde vives ahora?

Ahora que estoy de regreso en Europa, realmente siento la diferencia. En Bélgica, por ejemplo, la preparación ante emergencias no es parte de la vida diaria. La gente suele suponer que el gobierno se encargará de todo. No se pone mucho énfasis en la responsabilidad personal cuando se trata de estar preparado para las interrupciones.

En Japón, creo que la gente entiende que la preparación es un esfuerzo compartido. No puedes simplemente confiar en los sistemas externos, tienes que ser parte de la solución. No se trata de miedo, se trata de ser útil cuando ocurre algo.

Estoy empezando a ver una mayor conciencia crecer en Europa, especialmente después de la pandemia y la crisis energética. Iniciativas como Directive72.eu u otras son importantes porque muestran que estar preparado no tiene por qué ser complicado, solo tiene que hacerse.


¿Tienes personalmente un kit de emergencia o un plan en caso de que ocurra algo?

Sí, he mantenido el hábito. Siempre llevo una pequeña mochila con lo esencial: linterna, banco de energía, comida de emergencia, tabletas de purificación de agua, copias de documentos importantes y algunos artículos de primeros auxilios.

En mi coche, también tengo un kit básico de emergencia, y en casa trato de tener al menos unos días de agua y comida. No me considero un prepper extremo, es solo sentido común, especialmente cuando has vivido en un lugar donde lo inesperado es parte de la vida.


¿Hubo algún momento o experiencia que te hizo darte cuenta de lo importante que es estar preparado?

Definitivamente el terremoto y tsunami de 2011. Estaba en Sendai cuando ocurrió. La electricidad se fue, las líneas telefónicas se cayeron, el transporte público quedó completamente congelado. Incluso los cajeros automáticos dejaron de funcionar. Algunas áreas se inundaron, otras quedaron aisladas durante días.

Las personas que tenían suministros básicos, comida, agua, luz, estaban tranquilas. Las que no, entraron en pánico rápidamente. Ese evento me mostró que estar preparado no se trata de fantasías de supervivencia, se trata de estabilidad, dignidad y tranquilidad.


Para alguien que recién comienza a pensar en la preparación, ¿qué consejo simple le darías?

Comienza con algo pequeño. No trates de prepararte para todo de una vez. Simplemente pregúntate: “¿Qué necesitaría para pasar unos días sin ayuda externa?” Luego construye desde allí.

Una linterna. Algo de agua embotellada. Un cargador portátil. Una lista de contactos escrita en papel. Incluso un silbato barato.
Esas pequeñas cosas pueden hacer una gran diferencia, y una vez que des ese primer paso, naturalmente querrás ir más allá.


¿Hay algo más que te gustaría compartir con nuestros lectores sobre por qué es importante estar preparado?

La preparación no se trata de tener miedo. Se trata de estar listo para actuar con calma cuando ocurra algo inesperado, para ti mismo y para los demás. Ya sea que vivas en Tokio o Toulouse, todos enfrentamos riesgos. La diferencia clave es si los enfrentamos a ciegas o con un plan.

La preparación no es una obsesión. Es solo otra forma de responsabilidad, y un regalo para las personas que te rodean.

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